MARÍA MORENO MARTÍNEZ. EDUCACIÓN 2030.

 

Son las 7:00 h y Valentina apaga su alarma como todos los días para ir a clase. Lo primero que hace es asomarse por la venta para ver el tiempo. Los martes, siempre que el tiempo lo permita, realizan la mitad de su jornada escolar al aire libre, en uno de los espacios habilitados por el instituto. La semana pasada llovió así que hoy, que brilla el sol, se siente motivada para dar las clases de lengua e historia al aire libre.

Este año es el definitivo, el último que hará media para poder entrar a la universidad y estudiar la carrera que quiera. En cierto modo, no siente tanta presión porque sabe que la media que tendrán en cuenta no es necesariamente la del último año, sino la de toda secundaria, o que no tendrá que hacer un examen de acceso como sus padres tuvieron que hacer. No quiere ni pensarlo, si el esfuero y trabajo ha sido constante ¿por qué deberían solo mirar un examen hecho en un día concreto, en el que puedes estar nervioso, estresado, enfermo o haber pasado mala noche? Le encantaría estudiar Económicas. Desde el primer año de instituto hasta ahora, le encanta esa asignatura. Les han enseñado a cómo ahorrar, a entender cuestiones bancarias y hasta a entender los diferentes contratos laborales. Se siente una adulta preparada cada vez que aprende algo nuevo en esa asignatura. Aún así, la idea de ser adulta le estresa.

Pensando en estrés... eso le recuerda lo que les explicaron sobre el mindfullness en la asignatura de Salud. Es una de sus asignaturas favoritas, nunca se aburre, siempre aprende algo nuevo y sale renovada, como si le hubieran hecho un reset.

Mientras que piensa en todo esto, suena el microondas, lo abre y saca tu taza de leche. Su hermana ya está sentada en la mesa tomándose el café, no se le pegan tanto las sábanas como a ella, tiene solo un año menos que ella y la gente siempre cree que son mellizas.

-Valentina ¿me dejas tus auriculares para hoy? porfa, porfa. Es para usarlos con la tableta en clase.

-¿Ya los has perdido? Apenas hemos empezado el curso y nos dieron unos nuevos.

- Seguro que están en algún sitio pero es que no los encuentro y no quiero que me echen la bronca hoy.

-Vale... pero solo porque hoy no los uso yo.

-¿Hoy solo usas el e-book?- le pregunta Marta a su hermana.

- Sí. Es mañana cuando nos toca usar las tabletas ¡así que los quiero para mañana!

-Ok, ¡hecho! nos vemos a medio día.

Abre el armario y le tienta coger un par de galletas, en la asignatura de Salud también apreden sobre alimentarse de manera sana, pero bueno, como dice su profesor Carlos, la clave está en el equilibrio, así que coge una. Coge el mando de la televisión para apagarla y salir de casa. En el telediario se escucha al periodiosta decir que, desde la incorporación de los libros electrónicos en las aulas de todos los países de la Unión Europea, se ha conseguido frenar en un 2% los efectos adversos del cambio climático. -Qué buena noticia, seguro que la profesora de Educación Ambiental saca el tema en clase- piensa Valentina.